La desaparición de zonas dunares y su biodiversidad, así como la necesidad de una constante regeneración de la arena de la playa demuestra que la política seguida de transformación con espigones, embalses y urbanizaciones en primera línea ha sido un grave error (Isla Canela e Isla Cristina son ejemplos de estas construcciones que afectan el medio ambiente, el suelo, la fauna).
En el transcurso del siglo XX, la transformación de la actividad portuaria en el litoral onubense ha dado lugar a la ejecución de un gran número de obras de estabilización de los canales del estuario, el cual es utilizado como acceso portuario. Con esta premisa se construyeron en los años 70 los espigones de Vila Real de Santo Antonio (Portugal), Punta de las Cañas (Ayamonte), Punta del Moral (Ayamonte), Punta del Caimán (Isla Cristina), Punta Umbría y Juan Carlos I (Huelva). Como consecuencia, la orientación de los trenes de olas en la costa de Huelva han sufrido una modificación al refractar sobre el extremo rocoso del mismo espigón, invirtiendo el sentido del transporte de la arena. Se genera así, una zona de divergencia del sentido de la deriva litoral, la cual convierte las playas de Huelva en zonas erosivas de alta pendiente, como ocurre en las playas de Islantilla, Isla Canela y Mazagón (zona Playa del Vigía). Por el contrario, la cara oeste de los espigones genera una acumulación de arena, como ocurre en la Playa de las Cañas, Punta del Moral, Punta del Caimán, Punta Umbría, Playa del Espigón Juan Carlos I y Playa del Puerto Deportivo de Mazagón. Podemos observar en la imagen el proceso de erosión y acumulación de la arena a causa de los espigones
Asimismo, como consecuencia de la edificación de la costa, especies botánicas como la Linaria lamarckii y la Picris willkomii han desaparecido de su último hábitat en la provincia debido a las autorizaciones de urbanizaciones en Punta del Moral y la Rodadera del Castillo de Ayamonte. Su posterior reproducción en invernaderos ofrecen un caso similar al del lince; no se protege el ecosistema, sólo se salvan in extremis las especies emblemáticas, pero sin ningún plan de futuro en su medio natural. Tanto anfibios, como quirópteros o murciélagos sufren un descenso importante en sus poblaciones por diferentes impactos ambientales. Peces y moluscos de agua dulce están amenazados por la introducción de especies exóticas y los recursos pesqueros están disminuyendo por la sobrepesca y la degradación del medio marino.
En general vemos que, desconociendo todavía la riqueza que nos rodea, pues siguen apareciendo especies nuevas, los hábitats que las han hecho medrar siguen destruyéndose y degradándose sin que funcionen los mecanismos sociales, económicos y políticos que aprendan a apreciarlas y defenderlas de la ambición desmesurada. Disminuye la diversidad de vida y con ella la riqueza de la vida humana de la población onubense.
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Pacto Verde
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The disappearance of dune areas and their biodiversity, as well as the need for constant regeneration of the beach sand, show that the policy of transformation with breakwaters, reservoirs and frontline developments has been a serious mistake (Isla Canela and Isla Cristina are examples of such constructions affecting the environment, the soil and the fauna).
In the course of the 20th century, the transformation of port activity on the coast of Huelva led to the execution of a large number of works to stabilise the channels of the estuary, which is used as a port access. With this premise, the breakwaters of Vila Real de Santo Antonio (Portugal), Punta de las Cañas (Ayamonte), Punta del Moral (Ayamonte), Punta del Caimán (Isla Cristina), Punta Umbría and Juan Carlos I (Huelva) were built in the 1970s. As a consequence, the orientation of the wave trains on the coast of Huelva has undergone a modification as they refract on the rocky end of the same breakwater, reversing the direction of sand transport. This generates an area of divergence in the direction of coastal drift, which turns the beaches of Huelva into steeply sloping erosive areas, as occurs on the beaches of Islantilla, Isla Canela and Mazagón (Playa del Vigía area). On the other hand, the west side of the breakwaters generates an accumulation of sand, as is the case at Playa de las Cañas, Punta del Moral, Punta del Caimán, Punta Umbría, Playa del Espigón Juan Carlos I and Playa del Puerto Deportivo de Mazagón. The image shows the process of erosion and accumulation of sand due to the breakwaters.
Likewise, as a consequence of coastal construction, botanical species such as Linaria lamarckii and Picris willkomii have disappeared from their last habitat in the province due to the authorisations for urban developments in Punta del Moral and Rodadera del Castillo in Ayamonte. Their subsequent reproduction in greenhouses offers a similar case to that of the lynx; the ecosystem is not protected, only the emblematic species are saved in extremis, but without any plan for the future in their natural environment. Amphibians, bats and bats suffer a significant decline in their populations due to different environmental impacts. Freshwater fish and molluscs are threatened by the introduction of exotic species and fish stocks are declining due to overfishing and the degradation of the marine environment.
In general we see that, while we are still unaware of the wealth that surrounds us, as new species continue to appear, the habitats that have allowed them to thrive continue to be destroyed and degraded without the social, economic and political mechanisms in place to learn to appreciate them and defend them from excessive ambition. The diversity of life is diminishing and with it the richness of the human life of the population of Huelva.
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