El Charrán patinegro (Thalasseus sandvicensis), es un ave de la familia Sternidae que habita en las costas de África y Eurasia occidental. Estas aves pasan todo el año en nuestras playas, volando por la costa en busca de pescado. Como los demás de su especie, es fácilmente distinguible de las gaviotas por su cuerpo más delgado, alas estrechas y apuntadas y pico fino y largo. Su vuelo es siempre mucho más ágil y ligero, aunque precisamente el Charrán Patinegro es el más parecido de todos a las gaviotas por su tamaño y fortaleza del pico. Este es negro con punta amarilla y tiene las patas también negras. En el verano la parte superior de la cabeza es negra con las plumas en la nuca prolongadas en una a manera de cresta que suele erizar cuando está excitado. Las alas y el dorso son gris pálido y el resto del cuerpo blanco. Hacia mediados de junio la mayoría han comenzado la muda y en agosto cuando ya los primeros se ven en paso migratorio por la costa cantábrica ya casi todos visten el plumaje invernal en el que el rasgo más destacado es la frente blanca y el negro de la cabeza mezclado con tonos blanquecinos. Su voz es muy característica e inconfundible, un sonido que se puede expresar como «kirrik» y que repite incesantemente cuando en grupos sobrevuelan un banco de peces o penetran en los puertos. Son reproductores coloniales de la misma forma que las gaviotas y exclusivamente costeros en la mayor parte de Europa. La mayoría de las colonias son muy numerosas y los nidos se amontonan unos al lado de otros en las playas y arenales, de forma que puede decirse que los charranes patinegros al incubar lo hacen codo con codo. La mayor parte de las colonias están establecidas en dunas de arena y sobre todo en isletas arenosas, muchas de las cuales son frecuentemente cubiertas por las mareas en un descenso inesperado de presión atmosférica, de forma que las catástrofes en los nidos pueden ser frecuentes y a menudo los huevos flotan entre las someras aguas. Continuar leyendo «Aves migratorias del litoral onubense»